El color es uno de los componentes más visibles y tangibles en el branding de una marca. Desempeña un papel clave en la percepción de tu público, y ayuda tanto en el reconocimiento como la capacidad de ser recordado. Igualmente, promueve tu potencial de atraer nuevos prospectos y clientes.
Pero cambiar la paleta de colores en el branding puede ser un desafío para muchos negocios. Especialmente aquellos que ya tienen material impreso, logos, entre otros elementos con su línea gráfica.
Por otra parte, puedes presentar dificultades al momento de elegir nuevos colores, cuántos y cómo usarlos. Al mismo tiempo que la paleta de colores se mantenga distintiva entre la competencia sin romper la fidelidad.
Como probablemente sabrás, la parte visual de tu marca sugiere un diálogo con tu audiencia. En la composición de tu paleta de colores nueva debes tomar en cuenta el mensaje que deseas comunicar.
A su vez, olvídate de preferencias personales. Piensa en cómo tus clientes pueden percibir los diferentes colores y combinaciones en la nueva propuesta visual.
¿Cómo introducir nuevos colores a tu branding?
Si tu empresa cuenta con materiales impresos con la antigua marca, ¡no debes hacer el cambio de una vez! Importantes marcas como Burger King, Bestbuy o Pepsi han ido modificando la imagen tras un rediseño o cambio de color de forma paulatina.
Puedes gradualmente ir introduciendo los cambios con la nueva imagen. Luego, para una promoción, evento o celebración de algún aniversario anunciar la novedad del rediseño.
Si deseas mejorar tu imagen, pero no cambiar completamente su apariencia, la recomendación general es no cambiar los colores por completo. Al jugar con los tonos o distribución de los colores puedes darle un nuevo estilo a tu marca.
Por ejemplo, puedes cambiar la armonía del color a análogo, monocromático, complementario, tríada o personalizado (cargando una foto).
La rueda de colores es una herramienta indispensable para combinar tonos. Las combinaciones se dividen en las siguientes categorías:
- Monocromo: distintos tonos del mismo color (de claros a oscuros, o viceversa).
- Analógico: colores adyacentes (amarillo y naranja, azul claro y azul oscuro).
- Complementario: colores opuestos (rojo y verde, amarillo y violeta).
- Tríada: colores que forman un triángulo con dos lados iguales (rojo, amarillo y azul).
- Tétrada: colores que forman un cuadrado o rectángulo (azul, verde, naranja, violeta).
Una vía para actualizar es el uso de herramientas digitales como Adobe Color. Este programa online te permite probar, crear y guardar esquemas de color. Y es fantástico para establecer colores para un negocio nuevo o refrescar uno existente.
Cada esquema consta de un conjunto de cinco colores. De esta forma, puedes previsualizar la nueva paleta de colores, manteniendo preferiblemente algo de la identidad original.
Adobe Color no solo puede ayudarte a llevar tus nuevos códigos de color (HEX y RGB) a tu diseñador o imprenta. También puede mostrarte cómo queda tu marca en diferentes luces o tonos. Esto facilita la búsqueda de colores para diferentes productos, incluso cuando esos colores deben ajustarse a la marca principal.
Igualmente puedes buscar referencias en internet, como la plataforma de Pinterest. Este sitio web reúne una gran variedad de ejemplos que te ayudarán a inspirarte.
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